La empresa japonesa Spread tiene previsto cultivar más de 10 millones de lechugas al año sustituyendo los agricultores humanos por robots para el año 2017. Las máquinas automatizarán cada paso del proceso del cultivo, desde la germinación hasta la siembra, la cosecha y la preparación para su envió, además del seguimiento de los niveles de dióxido de carbono y las condiciones de iluminación mediante LED.
Gracias a la automatización, no sólo se espera que aumente la producción en casi un 25%, sino que también que se espera reducir a la mitad los costes de mano de obra, unos ahorros que se podrían trasladar a los consumidores.
Spread que ya produce 7,7 millones de lechugas al año en su fábrica de verduras artificialmente iluminada en Kameoka las cuales se venden bajo su marca “Vegetus” en 2.000 tiendas en todo Tokio, construirá su nueva planta en la Ciudad de la Ciencia Kansai, en Kizugawa, Kyoto.
La construcción de la fábrica de Kizugawa está programada para iniciarse durante la primavera del próximo año y debe ser completada por el verano siguiente, con la fecha prevista para las primeras entregas a partir del segundo semestre de 2017.
En un espacio de 4.800 metros cuadrados la inversión prevista esta en torno a los 20 millones de dólares incluidos los costos de investigación y desarrollo de la maquinaria.
Aunque Spread tiene pensado automatizar todos los procesos, los agricultores humanos siguen siendo necesarios en la actualidad para verificar la germinación, así como para el proceso de siembra ya que los robo-agricultores todavía no pueden hacerlo fundamentalmente porque las plantitas son muy frágiles.
Spread explica en un comunicado de prensa que “se iniciará el envío secuencial de productos a partir del 2017 con la construcción de la nueva fábrica” y que sus planes contemplan tener un sistema de producción de 80.000 lechugas por día.
“Además, ampliaremos la producción a 500.000 lechugas al día en cinco años y continuaremos expandiendo nuestro negocio de la fábrica de verduras a nivel nacional e internacional”, agregó la empresa.
El sistema denominado de “cultivo vertical” incluye entre sus ventajas que no son susceptibles a los cambios en el clima u otras condiciones ambientales, que pueden ser protegidos de la contaminación de los alimentos y los pesticidas y pueden ser controlados más de cerca en cuanto a enfermedades y otros temas.
Estas luminarias LED son un producto especialmente desarrollado para emitir luz en longitudes de onda óptimas para el crecimiento vegetal.
Las luces se utilizan para simular el día y la noche y acompañadas de un sistema de monitorización del proceso de fotosíntesis favorecen un crecimiento dos veces y media más rápido que un huerto aire libre. Además se reducen los productos de desecho en un 40% y el rendimiento crece unas 100 veces.
La iluminación púrpura se utiliza para imitar la noche, mientras que las luces blancas se ajustan gradualmente durante todo el día para imitar al sol que moviéndose a través del cielo.